La polémica continua y es que hoy, después de la celebración de las elecciones, hemos conocido algunos datos interesantes. El primero de ellos, como no, es el resultado definitivo de las candidaturas al claustro. Para aquellas personas que les interese al final del artículo esta el link con el que acceder directamente a los resultados desde la propia página web de la Universidad. Ya adelanto, que después del alto número de quejas recibidas a la comisión electoral, los resultados no varían a la lista provisional. Eso quiere decir que, al fin y al cabo, las quejas recibidas han ido directamente a parar a la papelera (esperemos) de reciclaje.
Este hecho es bastante revelador pues, con la complicidad de la propia Universidad, se da pie al juego de las irregularidades en los pocos procesos democráticos, a los que puedes optar los alumnos, en la institución. Desde mi punto de vista, la comisión electoral debía haber investigado a fondo estas reclamaciones y pronunciarse al respecto, cosa que a omitido por completo. Si de verdad quieren hacer un ejercicio democrático en la ULL, deberían de empezar por los altos cargos que se ocupan de la organización de estos actos eventuales que, como ha quedado patente, son totalmente incompetentes. Ya en otro artículo manifestábamos las irregularidades y críticas al proceso electoral pero, hasta el día de hoy, teníamos la esperanza puesta en que la comisión electoral pusiese fin a las irregularidades detectadas, imponiendo sanciones cuanto menos, proporcionales a la irregularidad. Y es que no se puede ir pidiendo el voto pasados los días de campaña, en pleno proceso de reflexión, o minutos antes de ejercer el derecho a voto, así como tampoco se puede permitir la incorporación de listas infinitas con personas casi y exclusivamente de dos facultades, en las que quedó demostrado que ganaron con mayoría.
Pero mi preocupación a día de hoy no es esta, pues mi esperanza en los procesos democráticos en una institución que huele a corruptela y en la que el amiguismo y la no imparcialidad priman en cada pasillo y despacho, desapareció hace tiempo. Hoy, quiero poner de manifiesto el juego sucio al que opta una de las candidaturas electoral y, por tanto, todos sus seguidores. Desde hace tiempo, en la página web del grupo claustral AMEC (http://amec.wordpress.com/) están publicadas unas fotografías en las que se acusa a otro grupo claustral (GEU) de pegar carteles encima de los de AMEC -práctica condenable y poco amistosa-. Hasta hay bien, pero es que hoy hemos conocido que los que difundieron aquellos famosos carteles en los que se acusaba a ciertas personas que participaban en grupos claustrales de pertenecer a partidos políticos y superponer los intereses de éstos a los de la comunidad educativa, fueron los propios miembros de AMEC.
Puedo llegar a entender su reivindicación pues primero están los intereses de la comunidad educativa y después los intereses partidistas que, perteneciendo a una organización definida y estable, puede llegar a ponerse en duda que se sepa establecer una prioridad adecuada a la hora de elegir los ámbitos de actuación sin que sea perjudicial para los intereses de la comunidad. También puedo entender que se quiera de poner de manifiesto y en conocimiento de todos este hecho. Pero de hay a acusar a otro grupo rival de pegar carteles encima de los suyos, y posteriormente realizar la misma práctica, resulta ofensivo para la inteligencia de los estudiantes de la ULL. Por tanto, inaugurando una nueva sección en este blog, el punto rojo de hoy se lo adjudicamos al grupo claustral AMEC, por su falta de honradez y juego sucio que ha demostrado a lo largo de todo el proceso electoral.
Enlaces: http://www.ull.es/viewcontent/institucional/ull/1408072/es/paginaespecial
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